domingo, 23 de mayo de 2010

DE AQUÍ Y DE ALLÁ


Por: Alejandra Ortega Rodríguez
  • MÉXICO Y SU EXCESIVA DEPENDENCIA DEL PETRÓLEO

Por responder a intereses políticos mezquinos, por seguirle el juego al fracasado mesías de las masas, por evitar el estallido social que desde hace años ha sido la amenaza de la izquierda, por preferir “la mejor reforma posible” y no “la reforma necesaria”, México perdió hace dos años la gran oportunidad de contar con un marco legal adecuado que le permitiera avanzar de manera sustancial en su política energética.

En nuestro país, como en otras partes del mundo, existen dos grandes problemas con la excesiva dependencia del petróleo, el primero, es que tenemos una economía petrolizada, que depende de manera excesiva de las ventas de hidrocarburos, mismos que en su gran mayoría se venden crudos.

Los derivados del petróleo, que podrían contar con un valor agregado, requieren de refinación, de petroquímica y otros procesos que con la muy limitada reforma energética que quisieron el PRD y el PRI, pero que además aceptó el PAN, tienen alcances muy limitados en México.

No funcionan las mezcolanzas de propuestas que se hicieron con puntos de vista políticos para resolver problemas que son más bien de carácter técnico, económico, fiscal y financiero. Por eso se siguen importando gasolinas, porque no hay suficiente refinación y eso disminuye las utilidades que recibe el país, por lo que el crudo sólo se sobreexplota sin tener proyección a futuro.

Las ganancias no se invierten, ni siquiera cuando hay alza de los precios, porque el nuevo poder fáctico denominado Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) se avoraza sobre los denominados excedentes petroleros, cuando los hay, y exigen y se molestan cuando no reciben esos recursos que en realidad deberían contar como un ingreso adicional para sus gobiernos. En resumen, no se piensa a futuro.

Por si eso fuera poco, el Frankenstein que se aprobó con la rimbombante denominación de “Reforma Energética”, prácticamente no permite, sino que por el contrario, restringe la inversión en exploración para asegurar nuevos yacimientos que igualen la cantidad de los que ya se están explotando para garantizar la continuidad en la obtención de los hidrocarburos.

Mientras el PRI protegía sus intereses en el Sindicato de Petróleos Mexicanos (Pemex), uno de los más corruptos de la administración pública y paraestatal en el país, el PRD defendía ante la opinión pública con un patriotismo, casi chauvinista lo que en ese partido se considera que es la soberanía nacional y mientras el PAN pretendía proteger sus bonos político-electorales y evitar desgastes o estallidos sociales, el otro gran problema de la excesiva dependencia del petróleo es que éste se está acabando, no sólo en México, sino en el mundo.

En toda la faz de la Tierra no existe un solo organismo regulador que garantice que los países que dicen tener una cierta cantidad de petróleo realmente lo tengan. Por ello no se sabe a ciencia cierta con cuánto hidrocarburo se cuenta en el mundo. Incluso en México tampoco se tiene claro cuáles y cuántas son las reservas probadas, probables y posibles, porque no existen parámetros que arrojen ese dato con certeza.

La posibilidad de encontrar grandes yacimientos del denominado “oro negro” es cada vez menor en el mundo. México cuenta con el segundo mayor depósito natural del hidrocarburo, que es Cantarell, sólo después de uno ubicado en Arabia Saudita, con la salvedad de que en los últimos años ha perdido su capacidad de producción, toda vez que se ha explotado de manera desmedida por mucho tiempo.

Para desgracia de la petrolizada economía nacional, la explotación nacional de crudo se base en gran parte en ese yacimiento y, actualmente, no hay manera alguna de saber cuánto va a durar en realidad y si en algún momento aparecerá algún otro depósito que lo sustituya, incluso, ni siquiera es posible saber si alguno de los yacimientos ya explotados podría sustituirlo.

Ahora lo ideal, si se piensa seguir por el camino de financiar el mantenimiento de las finanzas públicas mexicanas a través del petróleo, sería continuar con la exploración en aguas profundas, porque las aguas someras se han explorado sin que se hayan encontrado muchos yacimientos, pero el flamante marco legal aprobado por nuestra clase política contiene una serie de restricciones que lo dificulta.

Lo anterior, sin contar con el hecho de que aún con la mejor tecnología del mundo llegan a suceder desastres en la exploración marítima, como el que se ha registrado durante las últimas semanas en el Golfo de México, cerca de las costas de Luisiana, en Estados Unidos, que amenaza incluso con afectar la actividad pesquera estadounidense y mexicana, además del incuantificable daño ambiental que genera.

Hablando de esto, es también un hecho que la explotación y el consumo del petróleo van de la mano con la contaminación y a la vez con el cambio climático que es una realidad que la gran mayoría de los habitantes del mundo hemos podido percibir como algo tangible en nuestra propia experiencia en los últimos años.

Con todo este contexto, es increíble que en México, un país al que otros han calificado como con “enorme potencial” para la generación de energías alternativas, como la eólica y la solar, así como para la producción de bioenergéticos como el etanol, apenas comience a dar los primeros pasos para transformarse en un país que además de no depender de manera excesiva de los hidrocarburos, se prepare para convertirse en un país en el que se usen tecnologías, combustibles y energía más amigables con el medio ambiente.

Sólo fue hasta el 28 de noviembre de 2008 cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética, misma que gira en torno a principios como el fortalecimiento institucional en la materia mediante el otorgamiento de facultades explícitas a la Secretaría de Energía (Sener) y a la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

Asimismo, se estableció un programa de aprovechamiento y una estrategia nacional de transición energética; se evalúan los beneficios económicos asociados a las energías renovables como criterio para su promoción; y, se otorgará financiamiento gubernamental en diversos aspectos, incluyendo desde la investigación hasta la misma promoción de proyectos.

Con este marco legal y los nuevos instrumentos que expedirá la CRE, se esperaría el desarrollo de muchos proyectos, permitiendo que el país aproveche una riqueza de recursos importantes y reduzca su dependencia de las energías fósiles.

Sin embargo, aquí cabría la pena preguntar si después de tener por casi 80 años una economía, una política y hasta una ideología petrolizada, en la que incluso nos atrevemos a idolatrar al hidrocarburo como si fuera un símbolo patrio o un emblema nacional, no habremos llegado tarde al inicio de esta carrera en la que países latinoamericanos como Brasil y Colombia nos llevan 30 años de ventaja.

Empresas consultoras internacionales especializadas como Baker y McKenzie, han hecho una valoración sobre los alcances de nuestro nuevo marco legal, y para como son las autoridades mexicanas de volátiles y de indispuestas a seguir planes de largo plazo, los pronósticos no son alentadores, los primeros resultados comenzaríamos a verlos no ahora ni el año próximo, sino de aquí a cinco años.

Yo creo que vale la pena perseverar, pero… ¿qué dirán nuestros representantes populares? ¿Qué opinan de esto el PRI, el PAN, el PRD y la chiquillada? ¿Les dará o les quitará votos una política de largo plazo para eventualmente reemplazar nuestro venerado petróleo?

viernes, 7 de mayo de 2010

DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Por: Alejandra Ortega Rodríguez

  • ISLA DE LA PALMA, ¿NEGOCIO DE QUIÉN?
Después de casi dos años de jaloneos y de polémicas, todo pinta para que, como producto de la enorme presión que ha decidido imprimir el gobierno de Leonel Godoy Rangel, en los próximos días por fin se apruebe en el Congreso del Estado un dictamen en relación a la solicitud de desincorporar del patrimonio estatal un predio de 444 hectáreas conocido como Isla de la Palma, mismo que se encuentra adyacente al Puerto de Lázaro Cárdenas.

Según se ha podido entender, de entre las versiones encontradas y confusas que han surgido de un lado y de otro a lo largo de los dos últimos años, el proyecto consiste en otorgar a la empresa ferroviaria Kansas City Southern de México (KCSM) un predio de 181 hectáreas para la construcción de un patio de maniobras.

El objetivo es maniobrar y trasladar miles de contenedores que diariamente llegan al que se ha convertido en el puerto del Pacífico con más potencial en América del Norte desde su desembarque y hasta distintos puntos del corredor conocido como NASCO, que comienza justamente en el municipio de Lázaro Cárdenas, Michoacán, pasa por varias de las ciudades más industrializadas del país y también lo hace por algunas de las principales zonas industriales de Estados Unidos para desembocar en Canadá.

Se habla de un negocio de cientos de miles de millones de dólares, y tal vez hasta de más, por el cual inicialmente la transnacional KCSM estaba dispuesta a pagar alrededor de 27 millones de dólares, ya que con la propiedad del predio obtendría con instituciones financieras de Estados Unidos un crédito por algo así como 80 millones de dólares para la construcción del denominado “patio multimodal de maniobras”.

Ya son varios los intentos del gobierno del estado, desde que Eloy Vargas Arreola era el secretario de Desarrollo Económico, por agilizar la elaboración de un dictamen favorable en el Congreso del Estado, pero en el Poder Legislativo de Michoacán se prendieron los focos de alerta ante el hecho de que la LXXI Legislatura local cuenta con diputados de un perfil mucho mayor a los anteriores y no se dejaron engatusar fácilmente.

De inmediato se cuestionó que en noviembre de 2006 la LXX Legislatura recibió, dictaminó y aprobó en un solo día la iniciativa del gobernador Lázaro Cárdenas Batel para desincorporar del patrimonio estatal un predio de 183 hectáreas en la misma zona de la Isla de la Palma, a un costado de la Administración Portuaria Integral de Lázaro Cárdenas (Apilac).

La idea era la creación de un parque industrial que impulsaría el desarrollo del área, pero hubo mucha opacidad en el proceso y no son pocos quienes dicen que Eloy Vargas salió muy beneficiado en ese proyecto, ya que consiguió para prestanombres y amigos una serie de terrenos que por su simple ubicación ahora valen millones y millones de pesos.

También se habla de que entre los entonces diputados locales algunos fueron beneficiados con vehículos, con la entrega de recursos en efectivo y hasta con terrenos en la zona para que cuenten con un espacio que les garantice una renta que les permita vivir cómodamente por el resto de sus vidas. Lo cierto, es que hasta la fecha nada se ha hecho en esos predios, están abandonados como una cosa perdida.

Cuando los nuevos diputados locales, éstos sí más experimentados en lo general, comenzaron a cuestionar a Eloy Vargas sobre el proyecto, sus evasivas, su manipulación de datos e insistencia con la urgencia de aprobar el proyecto despertaron más y más dudas, éstas crecieron a tal grado que finalmente Leonel Godoy debió ceder a la presión para cambiar al titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco).

Ya con Isidoro Ruiz Argáiz al frente del proyecto, las cosas comenzaron a caminar mejor y se avanzó en materia de transparencia, pero ya son varias las ocasiones en las que estando a punto de aprobar un dictamen, surgen nuevas dudas o desconfianza ante la falta de cumplimiento de acuerdos, principalmente del Ejecutivo estatal.

Hace poco más de un año el grupo parlamentario del PRI, encabezado por Wilfrido Lázaro Medina, dio a conocer la existencia de dos cartas compromiso signadas en su momento en Estados Unidos por el entonces gobernador Lázaro Cárdenas Batel y el ahora mandatario estatal, Leonel Godoy, en los que ambos políticos emanados del PRD se comprometen a hacer lo que sea necesario para que el Congreso de Michoacán apruebe a entera satisfacción de la ferroviaria KCSM la desincorporación de la Isla de la Palma para la construcción del patio de maniobras.

El asunto fue una bomba en los medios de comunicación y se habló de él durante todo un día, pero por la tarde, antes de que las redacciones de los periódicos estatales publicaran el contenido de las cartas, se recibió una instrucción desde el gobierno del estado para parar la nota, y aquellos michoacanos que en su momento no se enteraron del tema, se quedaron sin saberlo.

Después de esto Leonel Godoy cedió más y ha comprometido una serie de cambios en el Fideicomiso 2112, encargado de la administración del recinto estratégico fiscalizado que se pretende implementar en la Isla de la Palma, así como una serie de medidas de transparencia, pero la falta de cumplimiento y indisposición que ha mostrado en varias ocasiones, además de los intereses políticos o económicos de algunos diputados del PRI, del PAN y hasta del propio PRD han frenado la emisión de un dictamen.

En virtud de que el tiempo apremia, y el Ejecutivo estatal nada tendrá que presumir de aquí a las elecciones de 2011, ante el hecho de que no se obtuvo la refinería para Michoacán ni se instaló la armadora de autos FAW en la entidad, como Eloy Vargas había presumido desde el sexenio anterior, desde la administración estatal se ha ordenado una nueva arremetida para ahora sí concretar la desincorporación a como dé lugar en los últimos días.

Ahora, según informan fuentes muy confiables del propio gobierno estatal, existe la posibilidad hasta de “echar la casa por la ventana” para que el negocio de concrete, aunque el negocio principal no sea precisamente para los michoacanos, sino para funcionarios estatales, diputados locales y por supuesto, la empresa transnacional KCSM.

Algo que no se ha dicho, pero que la opinión pública debería saber, es que a estas alturas ya no está en discusión si se vende o no a la ferroviaria. Eso está resuelto y hay unanimidad en cuanto a la negativa para enajenar esa parte del patrimonio nacional. De hecho, la idea es que la propiedad del predio una vez en operación el patio de maniobras pase al gobierno federal.

En los momentos en que éstas líneas se escriben, la bancada del PRI ha presentado ante el Congreso del Estado un posicionamiento en el que señala que la desincorporación de 183 hectáreas en 2006 se hizo para la creación del recinto estratégico fiscalizado, pero sólo 48 hectáreas se han aplicado al mismo, por lo que de acuerdo con el mismo decreto 83 en el que se validó la desincorporación, los predios que se aplican a fines distintos a los autorizados deberían haber regresado al patrimonio estatal desde hace mucho tiempo.

Además, argumentan los priístas, cuando se solicitó la inscripción del Comité Técnico del Fideicomiso 2112 a la Administración de Aduanas, sólo se registraron para el recinto 100 de las 183 hectáreas, lo que también es una incongruencia, sin contar con que el Ejecutivo estatal pide que se le autorice la desincorporación de la Isla de la Palma, cuando la desincorporación es una facultad constitucional exclusiva del Poder Legislativo.

A pesar de lo anterior, la discusión actual en el Congreso se centra sobre la posibilidad de que se vendan o no el resto de los terrenos que se destinarán al Parque Industrial y al Parque de la Pequeña y Mediana Industria. En el PRD la mayoría están a favor de la propuesta del gobierno estatal de que sí se vendan, en el PRI la mayoría están en contra y en el PAN están divididos en este único punto.

El dictamen podría salir por mayoría, pero la idea es alcanzar los consensos, pues sólo de esa forma los ganadores quedarán blindados, como pasó con la anterior Legislatura. De esa forma, todo parece indicar que lo que se requiere es llegarle al precio a la minoría.

lunes, 3 de mayo de 2010

DE AQUÍ Y DE ALLÁ

Por: Alejandra Ortega Rodríguez
  • ¿MÉXICO EN SU PEOR CRISIS?

Más allá de la veracidad o no de los datos con los que constantemente se nos bombardea en los medios de comunicación, principalmente inducidos con fines electorales por los partidos opositores, como el Revolucionario Institucional (PRI) y el de la Revolución Democrática (PRD), bien valdría la pena preguntarnos si, como se nos ha dicho, realmente estamos atravesando la peor crisis económica en la historia de México.

Tal vez sí, los indicadores internacionales hablan de que estamos enfrentando una recesión económica de impresionantes proporciones que habría acabado con el mundo financiero en la década de los treintas o en los sesentas, en el siglo pasado. Pero lo cierto es que en un mundo globalizado y en crecimiento, en donde casi todos los países tienen relaciones comerciales con sus vecinos y hasta con aquellos que están al otro lado del planeta, era lógico que una crisis se pudiera vivir de manera exponencialmente mayor a las de aquellos años en los que la gran mayoría de las naciones del mundo estaban aisladas.

Ahora bien, un punto que los conspicuos actores políticos han pretendido ignorar, con lógicas, muy lógicas intenciones, es que la crisis económica que ahora enfrenta México es la primera que no fue generada en el país por un gobierno priísta.

Si tenemos que asumir, como se nos ha dicho con insistencia y muchas veces sin mostrar datos concretos y contundentes, que la recesión económica que ahora enfrentamos los mexicanos es la peor en la historia del país, entonces también tendríamos que reconocer que justamente en este momento contamos con el gobierno y las autoridades federales que de mejor manera han sabido hacer frente a tan desproporcionada contingencia financiera.

Hay países del mundo en situaciones desastrosas ante la crisis económica mundial, son casos tan lamentables, como el de Zimbabwe en África o Islandia en Europa, cuyos gobiernos se han tenido que declarar en quiebra ante la espiral inflacionaria a la que se han enfrentado.

Recientemente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer un lapidario informe de acuerdo con el cual, entre los países que menos resultados tendrán este año en cuanto a la recuperación de sus economías se encuentran Azerbaiján, Zimbabwe, las islas caribeñas de Sain Kitts y Antigua y hasta países europeos como Grecia, Portugal y España, además del considerado ejemplar por los perredistas, Venezuela, con su dictador Hugo Chávez al frente.

México no aparece ni por mucho en esa lista, y a pesar de que sí tenemos problemas muy graves en materia económica, entre otras, basta con hacer memoria de las crisis que se vivían con los gobiernos priístas de Luis Echeverría, José López Portillo, Miguel de la Madrid, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, para darnos cuenta que la recesión mundial no nos ha impactado en la misma medida que sí nos afectaron a millones de mexicanos las medidas económicas de nuestros propios gobiernos.

Tan sólo por recordar los casos más recientes, a finales de los ochentas y principios de los noventas los precios de los productos de la canasta básica no nada mas aumentaban todos los días, sino de una hora a otra. Usted, podía entrar al supermercado con la idea de comprar sus artículos con cierto presupuesto, pero pese a que estos ya tenían una serie de reetiquetaciones tremenda, de que lo tomaba en el anaquel a que lo pagaba en la caja ya había variado nuevamente el precio del producto.

¿Cuántos casos de suicidio no sucedieron a causa de los desplomes financieros de esas décadas, cuando muchos mexicanos se quedaron sin dinero al caer tan atrozmente la bolsa de valores, por ejemplo?

A partir de esos gobiernos que generaron grandes crisis y la enorme deuda exterior al país, el número de mexicanos pobres y en extrema pobreza aumentó. Sólo basta recordar cuántas familias afectó la crisis a finales del sexenio de Carlos Salinas, que de estar en la ya de por sí agónica “clase media”, de un día para otro entraban a la “clase pobre”. Al grado de que hasta hace unos pocos años, esta “clase media” estaba ya casi extinta.

Los mexicanos tenemos memoria, o al menos deberíamos tenerla, para evitar que se pretenda manipular nuestras mentes de una forma tan falaz y tan sólo para obedecer a los fines de algunos partidos y actores de la clase política.

El pasado 22 de abril, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, felicitó al gobierno mexicano de Felipe Calderón Hinojosa y lo puso como ejemplo a seguir en el plano internacional por la forma en la que enfrenta la crisis económica mundial, sobre todo al impulsar mediante estímulos programas sociales efectivos como Oportunidades, lo que permitió a las autoridades federales responder correctamente al fuerte impacto de la crisis, la emergencia sanitaria por el virus de la influenza humana AH1N1, la baja en las remesas, la caída en las exportaciones y la menor inversión.

También en los círculos internacionales han llamado la atención las medidas tomadas por un país en desarrollo como México que le han permitido deslindarse de los impactos de la crisis europea que se ha recrudecido con la marcada recesión de países como Grecia, que ponen al borde del colapso al viejo continente.

Incluso en publicaciones especializadas se ha felicitado abiertamente al gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens Carstens, anteriormente secretario de Hacienda, por las previsiones que se tomaron de manera oportuna en ese sentido.

En su informe trimestral sobre la inflación, presentado el 28 de abril, el gobernador del Banxico señaló que hay estrategias adecuadas para enfrentar la crisis en Europa, como la acumulación de reservas internacionales, la línea de crédito flexible con el FMI y el correcto manejo de la deuda, que en su conjunto han fortalecido la economía mexicana frente a posibles choques provenientes del exterior.

Mientras tanto, el actual secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero Arroyo, ha dado cifras alentadoras en cuanto a la recuperación de la economía mexicana, al señalar que existen pronósticos en el sentido de que este año el crecimiento económico puede alcanzar cifras de entre 4 y 5 por ciento, a pesar de no contar con las reformas estructurales que proponía el presidente Felipe Calderón, contra el 1 por ciento al que aspiran países como Grecia, Portugal, España y hasta Venezuela.

De acuerdo con cifras oficiales, dadas a conocer en la LXXIII Convención Bancaria de la Asociación de Bancos de México (ABM), el número de empleos generados en México en el primer trimestre de 2010 alcanzó la cifra de los 289 mil, y aunque advirtió que aún hay riesgos para la economía nacional, así como para la internacional, el funcionario federal manifestó que las cifras positivas se deben en gran medida al control que existe sobre la deuda pública, a los ajustes fiscales que derivaron en un ahorro federal del 3% del Producto Interno Bruto (PIB) y a las reformas al sistema de pensiones, que derivaron en un ahorro del 30%, además de los 42 mil millones de pesos que se ahorraron con la extinción de la ineficaz Luz y Fuerza del Centro.

Con todo esto, todos aquellos señalamientos del PRI, del PRD y de otros partidos en torno a que México enfrenta la peor crisis económica de su historia deberían ir acompañados con el reconocimiento de que la recesión se generó en el exterior, que fue la primera no originada por gobiernos priístas, que los precios no aumentan diariamente o de hora en hora como en antaño y en pocas palabras, que contamos con el gobierno que mejor ha sabido sortear la contingencia financiera que ha acabado con las economías de otros países del orbe.

Al hacer un resumen de lo que realmente ocurre, es de llamar la atención que ni el gobierno de Felipe Calderón, ni los dirigentes o legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) hayan tenido una estrategia eficaz para comunicar eficazmente a los ciudadanos sobre los planes implementados en materia económica, así como de contrarrestar las críticas que se les han hecho en respuesta a aviesos intereses. Es verdad que las malas noticias, los rumores y las notas rojas corren más rápido que la información real, pero teniendo a mano los recursos del Estado, lo lógico sería que algo pudieran hacer.

La crisis existe, eso es cierto. Yo dudaría de que fuera la peor que hemos tenido, pero de ser así, pues nos ha ido bien. ¿Cuántas veces a la semana compra tortillas, leche, agua embotellada, frijol, carne, pollo y otros productos de la canasta básica? ¿Los precios suben todos los días?